En el paquete de enmiendas introducidas por el PP en el
Proyecto de Ley de medidas de impacto medioambiental, se recoge la exención del
impuesto especial de la electricidad del 85% a varios sectores industriales,
entre ellos, el cemento, el aluminio y la metalurgia.
Hacienda ha decidido rebajar drásticamente este impuesto solo para algunos sectores, pero dicha rebaja no afectará directamente a sus arcas, sino a las de los gobiernos regionales.
El Gobierno quiere aplicar con ello la Directiva 2003/96 que sentó las bases “para armonizar la fiscalidad sobre los productos energéticos y la electricidad” y aligerar así la factura eléctrica de los denominados sectores intensivos en consumo energético.
Sin embargo, ni todos los sectores intensivos ni otros incluidos en la citada directiva disfrutarán de este beneficio fiscal. Y es que esta permite también aplicar exenciones a aquellos productos en los que la energía represente más del 50% de su coste de fabricación y a los “productos energéticos” (esto es, combustibles).
El Gobierno aprovecha esta normativa para rebajar de forma
drástica el impuesto de la electricidad a algunos sectores. Pero no lo hará
extensivo a todos los que la directiva permite, lo que puede crear algún
conflicto en el trámite del proyecto de ley.
El Gobierno podía haber aprovechado el margen mayor que da
la directiva europea de minorar y excluir los impuestos energéticos en otros
sectores industriales y actividades intensivas en energía, como por ejemplo la
cogeneración o las renovables”. También a otras manufactureras de elevado
consumo energético no incluidas en la lista.
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