lunes, 25 de noviembre de 2013

TERCERA REVOLUCIÓN INDUSTRIAL (TRI). EL PODER LATERAL.

La tecnología de Internet y las energías renovables están a punto de fundirse para crear una potente nueva infraestructura para una Tercera Revolución Industrial (TRI) que cambiará el mundo en el siglo XXI.

Debido a que las energía renovables (solar, eólica, térmica, hidráulica y de biomasa) están ampliamente distribuidas, permite que cientos de millones de personas producirán su propia energía no contaminante en sus hogares, oficinas y fábricas y la compartirán unos con otros en un «Internet de la energía», al igual que ahora generamos y compartimos información en línea.

La Tercera Revolución Industrial cambia el propio concepto de las relaciones de poder en la sociedad. La noción tradicional de un poder de arriba y abajo centralizado, está dando paso a un poder lateral, con unas consecuencias profundas para la sociedad.

La propia naturaleza distribuida de la infraestructura de la Tercera Revolución Industrial posibilita el despegue más rápido en los países en desarrollo, pudiendo potencialmente pegar un salto hacia una Tercera Revolución Industrial. Al poder ser difundidas ampliamente, permite que localidades y regiones agrupen recursos para establecer redes de suministro locales y luego conectarse con otros nodos a lo largo de las regiones. Ésta es la propia esencia del poder lateral.

La expansión de la Tercera Revolución Industrial es particularmente relevante para los países más pobres del mundo en vías de desarrollo. Sin acceso a la electricidad permanecen «sin potencia», tanto de forma literal como figurada. El factor más importante para sacar a millones de personas de la pobreza es tener una electricidad no contaminante barata y confiable. Cualquier otro desarrollo económico es imposible en su ausencia.

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lunes, 18 de noviembre de 2013

LA CONTAMINACIÓN CAUSA CÁNCER DE PULMÓN.

LA CONTAMINACIÓN CAUSA CÁNCER DE PULMÓN.

Lo dice la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la división de la OMS encargada de revisar qué sustancias ocasionan esta enfermedad y con qué seguridad se cree que lo hacen.

Se clasifica la contaminación ambiental en el nivel 1, el más alto en la escala, el de las sustancias sobre las que no cabe duda científica. En 2012 se clasificó como nivel 1 el hollín del diésel como sustancia que causa cáncer de pulmón con total seguridad y evidencia limitada de que aumente el riesgo de cáncer de vejiga.

En 2010 se produjeron 223.000 muertes por cáncer de pulmón en todo el mundo atribuibles a la contaminación. Las fuentes principales de este aire sucio son el transporte, la producción de energía, las emisiones industriales y agrícolas y la calefacción residencial.

Los estudios muestran que, a mayor exposición, el riesgo de cáncer va aumentando. Es una relación bastante lineal.

En España, siete de cada 10 coches que se matriculan son diésel. Al emitir menos dióxido de carbono (CO2) está bonificada su compra, además de que consumen menos combustible. Sin embargo, emiten más partículas microscópicas y óxidos de nitrógeno que los motores de gasolina. Por eso los diésel generan más problemas de contaminación del aire en las ciudades. La gasolina se mantiene como probable carcinógeno, pero un nivel por debajo .

Probablemente los riesgos no son tan elevados como en el caso del tabaco —un fumador tiene 20 veces más probabilidades de desarrollar cáncer que un no fumador—, pero a la contaminación hay mucha población expuesta. Ahora sabemos que la contaminación no solo es un riesgo importante para la salud en general, sino también una causa ambiental de muerte por cáncer.

El efecto cancerígeno es uno de estos efectos pero hay otros: respiratorios, cardiovasculares y cerebrovasculares. La inhalación continuada de estas partículas va dañando las células que recubren nuestro sistema respiratorio y llega un punto en el que se acumulan deficiencias genéticas lo que hace que las células proliferen de manera descontrolada y, al final, puede aparecer el tumor.

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